21 December 2018

Deseos





Llevamos casi dos semanas en Dublín y disfruto mirando las fotos que voy sacando espontáneamente con mi móvil (disculpad la baja calidad para el blog) y ser consciente de todas las experiencias que estamos acumulando y disfrutando en estos días. Esta tarde, he encontrado unas horas para mí misma en las que he podido leer, escuchar música y reflexionar sobre mis propósitos de año nuevo. Los he ido anotando en un lista y, a medida que la leía y releía, me he dado cuenta de que todos son diferentes pasos hacia un mismo objetivo: aceptación, compasión y crecimiento personal.


Deseo volver a soñar grande y creer en esos sueños; disfrutar del camino, conocerme mejor, aceptarme y entender todas mis contradicciones. Deseo la fuerza y las ganas para seguir cuando los días grises aparezcan. Deseo ser fiel a mí misma y no buscar la aprobación de los otros como si fuera lo único válido. Deseo quererme, creer en mí y perseguir mis sueños.  


Esa es la esencia de mi lista. La lista está llena de acciones más concretas (lecturas, deporte, terapia, viajes...) que yo entiendo como si hubiera trazado un plan que me llevará hasta donde quiero ir. Ya sólo con el hecho de haberlas escrito, de haber compartido por aquí un poquito de ello, siento que he empezado a hacerlo realidad. 

Y tú, ¿ya tienes tu lista?

Mamen

29 November 2018

Demonios



"Cada día sigo sacando espinas de lo más profundo de mi corazón"

Estos versos me han traído hasta aquí. Hasta esta página en blanco que tantas veces se me resiste. Son de Natalia Lafourcade de su canción Raíces y me han hecho pensar en esos demonios que viven en nuestra cabeza y corazón y que, de vez en cuando, se manifiestan sin ninguna piedad. A mí me visitan en los sueños. Sueños que no tienen ningún sentido, pero que evocan recuerdos de emociones que, por no estar en paz con ellas, se han incrustado en algún lugar profundo de mí. Sentimientos que se perciben muy reales; tanto, que vuelven a doler, vuelven a angustiar, vuelven a oprimir el aire y a dejarme sin aliento.

La memoria del corazón. Me sorprende la facilidad en la que lo negativo tiene esa capacidad de arraigo sin esfuerzo. Me desespera tener que esforzarme por sentirme bien y en paz y, en cambio, basta que deje de ejercitar esa búsqueda del bienestar consciente para que esos demonios vuelvan a aparecer.


Mezcla se esencia, circunstancias e interpretaciones. Ese es el cóctel que me lleva a ser quien soy y sentir de esta manera. Sin embargo, me resisto a dejarme llevar por las nubes grises. Quiero creer que la felicidad es una decisión personal y una cuestión de actitud.

Y tú, ¿cómo lo ves?

Mamen Fiol.

9 November 2018

Terapia





No es extraño que a estas alturas del año mi cabeza sea un hervidero de pensamientos, ideas, ilusiones y buenos propósitos. Soy mucho de darle al coco, de hacer listas y de soñar despierta. Se acercan las navidades, pronto acabará el año y yo ya tendré, como siempre, escritos, doblemente digeridos y releídos mis propósitos de año nuevo. Pero hoy no he venido a hablaros de ellos, ni de lo bonito que es soñar, pensarlos y ponerse objetivos llenos de ilusiones, sino del sentimiento de frustración y estancamiento.

Ayer lo hablaba con varias personas. Este año ha estado lleno de altibajos, de épocas de motivación completa y épocas de parálisis. En estos momentos me siento estancada y frustrada al verme en la misma casilla de este juego de la vida que cuando empecé el año. Es decir, todas aquellas ideas, proyectos y buenos propósitos quedaron para siempre en ese papel bonito donde los escribí y allí los he dejado morir.


Hago mucho trabajo introspectivo e intento conectar conmigo misma para saber cómo me siento y es por esa razón que hace ya meses volví a hacer terapia. Algunos quizás os preguntéis que por qué comparto este viaje por aquí. Bueno, la respuesta surge de la necesidad de conectar y dejar de interpretar mis imperfecciones como vergüenzas que deben esconderse. Creo que al hablar de lo compleja y caótica que resulta la naturaleza humana y cómo afrontamos nuestras luchas internas nos acercamos más, nos une y nos hace más felices.

Compartir este aspecto de mí me hace sentir más honesta, auténtica y responsable con este proceso. En varias ocasiones, he llegado a mis sesiones de terapia diciendo: "Yo lo que necesito es que me digas qué tengo que hacer para salir de aquí. Dame los pasos a seguir que yo, que soy muy aplicada, los seguiré al pie de la letra. Dame la fórmula de la estabilidad emocional. Dime cómo proyectar esa energía que a veces siento a borbotones; enséñame a dosificarla para no perder las fuerzas y encontrarme en periodos de desierto emocional."


Mi terapeuta suele esbozar una sonrisa y me intenta explicar que ella es un espejo en el que yo voy a aprender a mirarme y entenderme a través de mis propias palabras. Así que aquí me tenéis, compartiendo, poniendo orden a mis pensamientos e intentando comprenderme. Quizá compartiendo mis vulnerabilidades alguien, empezando por mí, se sienta menos solo, más seguro y merecedor de ser querido.

Os invito a compartir vuestros propios procesos y caminos. Si queréis. Si os apetece. En mi último post ya expresé mi deseo de crear comunidad por aquí. Será un proceso orgánico, natural y sin ataduras. No soy experta de nada, pero he aprendido que compartir y sacar pa fuera lo malo nos libera y conecta. Aprendamos de todo ello juntos.

Me despido recomendado la lectura de Mario Alonso Puig, Reiventarse de la que estoy aprendiendo mucho. Llegué hacia él al leer en algún sitio una de sus lecciones en la que decía que la mente humana tiene la capacidad de arruinarte la vida u ofrecerte una llena de sentido. Lo que me engancha de sus explicaciones son las pruebas científicas de todo lo que dice. Me llena de esperanza saber que podemos cambiar patrones y que podemos crear neuronas nuevas pensando en positivo. Leedlo, estoy segura de que os gustará.

Os leo. Un abrazo,

Mamen


1 November 2018

Intuitions



A veces me da por pensar en las personas que se han cruzado en mi vida de una manera u otra y la huella que han dejado en mi camino. Hace tiempo, algunos años, recuerdo haber expresado que yo no sentía tener intuición. Trust your gut, dicen en inglés. Ahora sé que no es cierto o por lo menos vuelvo a oírla, a sentirla.

No soy una persona de muchas amistades, pero las que tengo las considero un tesoro y, a mi manera, las cuido, las mimo y las adoro. Mi timidez e inseguridades hacen de mí una persona difícil de llegar. No doy el primer paso. Además, no me gustan las conversaciones superflueas, el hablar por hablar, small talks, chitchat...  Con los años, he aprendido a desenvolverme mejor en esas interacciones sociales tan necesarias en el juego de la vida y que previenen de ser percibido como una persona arisca o antipática.

Me alegro de volver a oír esa voz interior, esa intuición. Hay personas con las que conectas en seguida y otras que desde el principio hacen que no quiera dar más. Es decir, lo dejamos en la cordialidad, tan necesaria e importante, pero no busco un acercamiento; no quiero más. No siempre ha sido así. Me daba pavor pensar, creer, sentir que yo era arisca. Pero no es así. Hay energías que no son para mí. Hay personalidades que me consumen, me agotan, me amargan y no las quiero cerca. Suelen ser personas que hacen del criticar su mayor entretenimiento, que buscan el cotilleo y quieren hacerte cómplice de ello. Personas victimistas que se nutren de la energía y la empatía de los demás. Yo digo basta. Sigo siendo cordial porque ese rechazo del que hablo no implica ser maleducado. Yo sigo con mi vida.

De la misma manera, hay personas con una energía especial que en seguida me hacen sentir bien, que suman cuando estoy con ellas y, sobre todo, de las que aprendo. Aprendo de su manear de vivir la vida, de cómo se sienten bien en su propia piel, de su naturalidad, de su armonía.



Hoy una persona ha cambiado de acera para no cruzarse conmigo. Ha sido obvio, impactante e incómodo. Me ha molestado la mala educación, pero no he dejado que me afectara más de un minuto. Yo no pierdo la cordialidad y las formas. Si vuelvo a ver a esa persona, la saludaré. Esa persona decidirá qué hacer con mi saludo. Eso no está en mis manos. Lo que sí puedo controlar es el grado de ofensa que me tomo. Cero.

Mi reflexión final ha sido: gracias por demostrarme tan claramente que mi instinto no me mentía y probar que debo seguir escuchándolo. Nunca sentí conexión ni ganas de conectar con esa persona. Dejé claro que no me sentía a gusto ni compartía su hobby por excelencia: la crítica y el descontento por todo. Ella ha decidido tomar este camino y de esta manera. Yo estoy tranquila.

¿A vosotros os pasa? ¿Sentís esas energías de las que hablo? ¿Y la intuición?

Mamen


28 May 2018

Feeling not good enough to be seen


(Versión en español abajo)

This past week I have been participating in a yoga challange on Instagram called Seven days of yoga detox where I had to post a picture of myself in a different asana everyday during a week. The challenge has been very stimulating and entertaining and it meant something more profound to me that I would like to share here to be able to come back to it anytime I need it to. 

It goes very far back for me. I have always had low self steem that drags me to not do things out of fear or how I look. If you follow me on Instagram, Mamenfiol, you would have noticed that I hardly appear on any pictures. The reason why lies in insecurties and fear.

Early in the spring I decided to take a conscious journey towards self-knowledge and I promised myself to make all the necessary changes in my life that would make me feel good in my own skin. It is a hard batle accepting the imperections and knowing nothing good comes from hatred of self.

Participating in this yoga challenge feels like a small victory. A few steps forward onto the goal I want to reach.  I am not an expert in the practice of yoga and I am still far to have a yoga body and, nonetheless,  I show myself 7 different days. Looking for locations, swallowing the shame and shutting the damn little voice that I always says that I am not good enough to do something like this. I dared to ask people to take pictures of me, I stood in front of the camera full-body, vwearing leggings and trying to do the asanas with dignity.

A battle won. One step forward. A wave of energy that I need to continue on my way to acceptance and self-knowledge.

Namaste

Hoy acabo un reto en Instagram llamado #7díasdeyogadetox organizado por Insayoga y que consistía en compartir una foto al día practicando una asana (postura) diferente. El reto ha sido muy estimulante y quería compartir por aquí lo que ha significado para mí participar en él. Si me seguís por Instagram o alguna vez habéis pasado por mi cuenta Mamenfiol os habréis dado cuenta  de que pocas veces aparezco en las fotos y menos de cuerpo entero. Me da mucho pudor ponerme delante de una cámara. Sin embargo, la verdadera razón es más compleja y tiene que ver con la relación que tengo conmigo misma.


Nunca me he gustado. Mi relación con la imagen que veo en el espejo es terrible. Va más allá de los kilos de más que pueda tener, pero no empezaré a nombrar todo lo que no me gusta de mi cuerpo porque no soy tan valiente ni creo que proceda. Falta de autoestima, inseguridades, miedos y no saber poner las cosas en perspectiva. No os imagináis lo difícil que está siendo para mí compartir todo esto con vosotros, pero me lo tomo como una actividad más en este proceso de superación y  autoconocimiento en el que estoy sumergida.


Con el inicio de la primavera me propuse iniciar un viaje consciente y profundo hacia el autoconocimiento desde diferentes perspectivas. Empecé retomando las clases de yoga y volví a enamorarme profundamente de esta práctica. Junto al yoga, estoy siguiendo un modo de alimentación lo más limpia posible, lo que se conoce como clean eating, poniendo en práctica muchos de los consejos y artículos de Kalegria y he conseguido subir los niveles de energía, apaciguar mi estrés y lucir una piel más luminosa. La clave, para mí, vivir según la filosofía del 80% 20% Saber que hay espacio para pequeños placeres no tan saludables me facilita el proceso que estoy siguiendo.

Han sido y están siendo semanas intensas de asistencia a conferencias y lectura de libros, artículos y post relacionados con el bienestar y el autoconocimiento. El compromiso que una persona adquiere consigo misma es muy poderoso porque lo has accinado tú mismo. Es el motor que te empuja a seguir cuando la situación se complica o no obtienes los resultados deseados. Yo me comprometí a hacer un cambio en mi vida que me llevara a sentirme bien en mi propia piel y disfrutar de ese camino porque. al fin y al cabo, se trata de un estilo de vida.


Como os podréis imaginar, no es un proceso fácil y hay muchos altibajos. Aprender a ser compasivo con uno mismo y quererse no es fácil o, mejor dicho, no me está resultando fácil. Aceptarse, poder sentir que, a veces, está bien sentirse mal pero que no hay que dejarse arrastrar y ahogar por ese sentimiento. Las prisas y la impaciencia me pueden. ¡Quiero ver resultados ya! Pero esto no funciona así. Es un camino largo que presiento que no acabará nunca, pero quizá algún día lo sepa llevar mejor.

Por todo esto que os cuento, participar en el reto de yoga ha supuesto para mí una pequeña victoria. No soy experta en la práctica y disto mucho de los cuerpos esbeltos que lucen los yoguis, pero ahí me planté yo, 7 días diferentes buscando localizaciones, tragándome la vergüenza y callando la maldita vocecita que no para de repetirme que quién soy yo para hacer algo así. Me atreví a pedir a desconocidos que me hicieran una foto, me puse delante de la cámara de cuerpo entero visitiendo  leggins e intentando ejecutar dignamente las asanas.

Una batalla ganada. Un paso hacia delante. Una ola de energía que necesito para seguir en mi camino hacia la aceptación y el autoconocimiento.

Namaste,

Mamen.

15 February 2018

Ha llegado la primavera


Hay canciones que se quedan clavadas en el corazón y que evocan momentos, personas, sensaciones y etapas de nuestra vida. El poder de la música. In the Mood for love tiene una banda sonora seductora, sugerente y llena de curvas. Sí, curvas. Asocio los sonidos y las palabras con imágenes y colores muy a menudo. En ocasiones estas asociaciones están contaminadas con imágenes que acompañaban a la música cuando la oí por primera vez. Otras veces, son puras relaciones que hago sin más y difíciles de explicar. Para mí tienen sentido porque son así de claras y, cada vez que las pienso, aparecen de la mano.

In the mood for love se llena de movimientos de ballet contemporáneo ligados entre sí y nada bruscos; de curvas y de color rojo. Se llena de invierno y de bebidas calientes. De flores pálidas y fotografías antiguas.


Hoy es el primer día de primavera pero aquí todavía no se siente. Nos hemos levantado con 0 grados y estamos a la espera de otra tormenta de nieve. Sin embargo, yo me tengo mis planes para esta estación y seguiré con ellos. Detox estacional, yoga intensivo y lecturas de crecimiento personal.

¿Cuáles son vuestros planes?

Ojalá el próximo post que escriba esté lleno de fotos en las que se note el calorcito.

Mamen Fiol.

Hoboken desde Manhattan

6 February 2018

Palma

(For English, please, scroll down)

La distancia me conecta con mis raíces. Hace que vuelva a mi esencia y que anhele a los que dejé atrás. Provoca que cierre los ojos y me imagine paseando por las calles de mi ciudad buscando miradas amables en caras desconocidas. Incrementa el amor por lo local, lo mío, lo de toda la vida. Desde este lado del mundo decir que soy mallorquina suena exótico. Pequeña (en tamaño y no de edad) isleña de alma mediterránea paseando por el frío invierno de Nueva York, pagando malos cafés a precio de oro cuando lo que más le apetece es un buen chocolate a la taza con una ensaimada de Can Joan de s'Aigo. Porque Manhattan es impresionante, no duerme y todo lo que pasa pasa aquí, pero también es gris, sucia, fría y ruidosa. Y puestos a pasear, prefiero las calles del centro de Palma, los llonguets a los bagels, Sant Sebastià al 4 de julio.






Se acabó enero, el mes de mi última visita a esta ciudad, y desde aquí hago memoria de esos días para llenarme de energía y superar la morriña y el frío invierno de estos lares. Almaceno en el corazón lo bonita que la vi, cómo la disfrutamos, nuestra cena especial en Aromata, desayunar llonguets en el Bar Tony, la familia y amigos (besos para todos) y el sol y el cielo azul en invierno. Palma, nos vemos pronto.

Mamen Fiol

ENGLISH VERSION

The distance connects me with my roots. It makes me return to my essence and I yearn for those I left behind. It makes me close my eyes and imagine myself walking through the streets of my town looking for kind looks on unknown faces. It increases my love for the local things. In this side of the world, to say that I am from Mallorca sounds exotic. Small (in size not in age) islander with a Mediterranean soul walking through the cold winter of New York, paying for bad coffees at the price of gold when what I really want is a good hot chocolate with an ensaimada from Can Joan de s 'Aigo. Oh¡ yes, Manhattan is awesome, full of life and everything that happens happens here, but it's also gray, dirty, cold and noisy. 

It is being a long cold winter and from time to time homesickness kicks hard. I am fine. I still enjoy and love being here. No biggie.
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